Quería probar algo nuevo en la cocina, así que encontré una receta sencilla de pan y me decidí a hacerla. No sé cómo será donde tú vives, pero aquí en Puerto Rico, creéme que se come pan casi a diario. Así que era una buena idea intentarlo. Mientras mezclaba los ingredientes vino a mi mente la historia de la viuda de Sarepta, en el capítulo diecisiete de primera de Reyes, donde Dios envía al profeta a casa de la viuda para suplir su necesidad de alimento. Allí ella le dice que ella misma está pasando necesidad y no tenía que darle. Pero Dios le da Palabra a través del profeta, diciéndole que nunca iba a faltarle la harina y el aceite para hacer pan, hasta que la tierra no viera lluvia de nuevo. Ella actuó en fe, y le hizo el pan al profeta. Dios por su lado, es fiel y no se acababan la harina y el aceite. Vamos a tener pruebas de fe en nuestro caminar. Vamos a ver escasez en algunos momentos de nuestra vida, y aún en medio de los momentos difíciles, Dios espera que sigamos sirviendo. Aunque creamos que lo que tenemos no es suficiente, Dios a través de su Espíritu Santo nos va a proveer lo que espiritualmente necesitemos para servir. Pensamos a veces que no tenemos suficiente fe, que no nos atrevemos a orar porque otros se escuchan mejor orando, no nos atrevemos a evangelizar porque pensamos que no tenemos palabras para usar. Dios es quien nos capacita. Solo necesitamos rendirnos y poner la bajo su cuidado y dirección. Aún cuando física y económicamente pensemos que no tenemos nada con que servir, quizás un poco de agua a alguien sediento, pueden cambiar el día de alguien. El mundo nos lleva a preocuparnos por lo que habremos de vestir, comer o comprar, pero Dios quien es rico en misericordia, con su gran amor, conoce primero que nosotros todas esas cosas que necesitamos y es nuestro proveedor. Pero debemos buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las cosas is serán añadidas. No solo tengo mi vida para decirte que esto es cierto, sino la vida de todos mis hermanos en la fe, que hasta aquí los ha traído Dios, y cuando servimos para el Dios Todopoderoso, terminamos bendecidos nosotros con su gozo y su llenura. El Pan de vida nunca te va a faltar. Oremos al Señor para hacernos disponibles para su obra, en la iglesia que asistamos, al igual que en nuestra rutina diaria, en nuestra casa, en el trabajo o donde estemos, para que Su nombre sea glorificado por todo aquel que conozcamos.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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