Comencé a leer nuevamente el libro de Éxodo y me llamó mucho la atención el hecho de que el faraón comenzara toda su persecución y opresión hacia el pueblo de Israel basado solamente en el miedo. Sintió miedo por que eran mayor en número. Sintió miedo porque eran un pueblo poderoso. Sin embargo no conocía sobre las obras que Dios había hecho en medio de ellos y como había ayudado a Egipto a través de José en los tiempos de hambruna que se apoderaron de aquél lugar. Su miedo lo llevó a tomar decisiones de maldad. El miedo es algo que en diferentes medidas todos experimentamos. Existe el miedo que nos ayuda a protegernos del peligro a nuestras vidas, pero podemos experimentar el miedo que experimentó faraón hacia el pueblo de Israel. Por ejemplo, una persona que es trabajadora y realiza un trabajo de excelencia puede sentirse amenazada por otro compañero de trabajo cuando simplemente es un miedo a perder el empleo o una posición. El "bullying" en las escuelas muchas veces ocurre como un mecanismo de defensa ante el miedo a que sean ellos las víctimas, o porque ya lo han sido. Los miedos mal infundados que nos han enseñado hacia las personas deambulantes nos pueden llevar a rechazarlos o mirarlos con desprecio cuando en lugar de esas actitudes deberíamos sentir compasión. Ese miedo nos lleva a hacer el mal hacia otros: todo lo contrario a lo que Cristo espera de nosotros. Ese miedo no proviene de Dios. Dios nos habla en su Palabra que el verdadero amor echa fuera el temor. Dios es el verdadero amor. Él es amor. En lugar de actuar con mal hacia otros por miedo, debemos amarlos con la ayuda del Espíritu Santo y entregar todos nuestros temores al Señor. No quiero tener temor al punto de dar mal testimonio o negar mi fe. Sólo Dios nos da en su gracia lo que necesitamos para vencer. Aún cuando otros actúen en nuestra contra por temor, recuerda que Dios envió a Moisés a liberar al pueblo del faraón. Dios escuchó el clamor de ellos, como escucha el tuyo. Todo tiene un tiempo perfecto en sus manos. Oremos para que el Señor remueva de nuestros corazones todo temor que pueda llevarnos a hacer daño a otros. Que podamos en igual manera entregarle nuestras situaciones donde nos sentimos oprimidos como el pueblo de Israel para que tengamos descanso mientras Él obra.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |