A mi hija adolescente le gusta mucho ir a una tienda que se llama Sephora. Es una tienda de artículos de maquillaje y belleza, donde te dan la oportunidad de probar los productos antes de comprarlos. Resulta que el nombre de la misma lo escogieron de la esposa de Moisés, de la cual se habla en el libro de Éxodo, y significa belleza. Leía su historia en la Biblia y recordé el nombre de la tienda y así corroboré la información buscando en internet. A Moisés se le llamó para una tarea sumamente importante, y difícil: ir a hablar con el faraón para pedirle que dejara ir al pueblo de Israel de Egipto. Un pueblo que llevaba a cabo en su esclavitud todas las tareas de construcción y trabajos pesados. No sólo eso, Moisés debía ir a decirle que dejara ir al pueblo porque así Dios lo había demandado, el Yo Soy. Moisés no se sentía capacitado para tal tarea, pero Dios le dijo que Aaron sería su ayuda, junto a las maravillas que Dios mismo obraría a través de él. Y va Moisés en esa nueva travesía, y su familia con él. Ahí ocurre lo del verso clave. Dios tiene un altercado con Moisés. Ésto llamó mucho mi atención. ¿Cómo puede ser posible si Dios lo había llamado y él iba de camino para ser usado por el poder de Dios? Pero Dios demandaba de Moisés una obediencia que comenzara por su casa. Séfora entendiendo esta gran verdad, hizo la circunsición q su hijo, cosa que le era demandada al pueblo de Israel, era un mandato de Dios que Moisés todavía no había cumplido. Muchas veces queremos servir, queremos ayudar a otros y trabajar para el reino de Dios. Pero Dios nos demanda obediencia en poner nuestro hogar en orden primero. No podemos salir a pretender cambiar el mundo cuando nuestro mundo inmediato no es atendido. Debemos hacer como Séfora que sin pensarlo dos veces obedeció al Señor y salvó su casa. Moisés se envolvió en la tarea que debía realizar y no previno esta situación. A todos nos puede pasar. Nos envolvemos en dedicarmos a la obra del Señor, y podemos descuidar lo más importante: nuestra relación personal con Dios y el hogar que nos regaló. Y no tienes que ser hombre o mujer, casado o soltero, tenemos no sólo a nuestros hijos o cónyuges, tenemos a nuestros padres o un hogar nuestro, que aunque vivamos solos, debe usarse para honrar el nombre de nuestro Dios. Él nos va a usar y glorificarse a través de sus obras, nosotros debemos estar listos para obedecer. Oremos para pedir al Señor que nos revele dónde debemos obedecerle para poner en orden nuestro hogar. Que estemos con un corazón dispuesto a obedecerle para luego trabajar en el reino para su gloria.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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