Desde que era niña comencé a escuchar sobre las tan mencionadas resoluciones de Año Nuevo. El recibir un nuevo año es percibido como una nueva oportunidad de vida y donde todo puede comenzar de nuevo. Es el tiempo de hacer borrón y cuenta nueva, y proponernos alcanzar aquello que siempre hemos anhelado pero no hemos podido palpar. Es también un tiempo frustrante cuando recuerdan todas las resoluciones que se hicieron al comenzar el año y a esta fecha no han podido hacerse realidad. Siempre en alguna medida, todos reflexionan sobre lo que vivieron durante el año que termina y todo lo que quieren que cambie para el año siguiente. Aquellos que alcanzaron sus metas, se proponen ser más ambiciosos para esta nueva oportunidad y aquellos que no las alcanzaron quizás ya no creen en hacer resoluciones porque se dieron por vencidos en el proceso. El 2020 fue un año que nos sorprendió a todos. El mundo no vivía una pandemia hacia muchos años y son muy pocos los que hoy día están vivos que pudieran contar sus experiencias. En Puerto Rico el año comenzó con un terremoto el 7 de enero y cambió nuestras vidas desde antes del encierro. Muchas cosas han cambiado, pero si algo Dios me ha mostrado y enseñado del 2019 a la fecha es que, no importa como estén las cosas en nuestro exterior, a nuestro alrededor, es esa paz que experimentamos en nuestro interior lo que nos lleva adelante, lo que nos permite actuar con sabiduría y estar anclados en medio de los vaivenes de la vida. El mundo nos ofrece paz en medio de la prosperidad económica, las reuniones y fiestas sociales, los placeres, las sustancias como el alcohol que adormecen nuestros problemas, y todos ellos fueron trastocados este año. ¿Cómo han vivido los que necesitan constante aprobación? ¿Cómo han vivido los que dependían de su trabajo para tener paz y por la pandemia lo han perdido? ¿Cómo han vivido los que no han podido reunirse socialmente? ¿Cómo han vivido los que viven cuidando su salud al extremo en medio de un ambiente de potencial contagio en todo lugar? ¿Cómo hemos podido vivir los que nos han movido el suelo? ¿Cómo han podido vivir los que encuentran su paz estando informados viendo noticias que no han sido nada alentadoras? Algo tengo por seguro, el mundo que se ha ido alejando de Dios va a seguir en decadencia. Todo se rige por el egoísmo, el deseo de poder, el oprimir a otros y el vivir tratando de obtener posesiones materiales, sin detenernos a cultivar relaciones familiares o de verdaderos amigos. Algo que nunca va a cambiar es Dios. Todo el mundo está bajo el control de sus manos. Él es el único que conoce el pasado, el futuro y nuestro presente. Él es el único que puede ofrecernos paz y verdaderamente cumplirlo. Soy testigo, aunque mucho me falta, de la Paz que Dios puede ofrecernos en medio de circunstancias difíciles y cómo nuestras prioridades se van alineando de acuerdo a su voluntad y dando la espalda al mundo, pero es entonces cuando lo que nos ataba en nuestros planes pasa a ser el mayor de nuestros anhelos y resoluciones. La mejor decisión que puedes tomar para este nuevo año es rendirte a los pies del Maestro, para que sea Él quien te dé paz y dirija tu vida por caminos inesperados pero mejor de lo que hayas soñado jamás. Quiero que su voluntad me siga guiando a mí y a mi familia. El que todo lo conoce y todo lo controla, es quien más me ama y dio su vida por mí. ¿Te has rendido a Él? ¿Has dejado que guíe tu vida? No tengo resoluciones ni planes concretos. Tengo unos anhelos que pongo en sus manos y permito que cambie según le plazca. Sigo leyendo su Palabra y orando para que me guíe a sus planes de bienestar para mi vida. Sus planes siempre se cumplen. Oremos al Señor dando gracias por la bendición que ha sido siempre en nuestra vida y que podamos rendirnos ante Él cada día para vivir en esas obras que preparó de antemano para que vivamos en ellas. Que podamos experimentar su paz en nuestro interior en este año en medio de todo lo que acontezca.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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