¿Saben qué? Como les dije, pudimos preparar las libretas artesanales ayer. Mi esposo me ayudó con todo lo que debía cortarse y seguimos todos los pasos correspondiente y preparamos dos libretas. Aquí les muestro la foto. Quedamos muy satisfechos con el resultado final. Utilizamos materiales que ya tenía guardados en el armario y nunca les había dado uso. Pensaba en ello y es gratificante ver cómo simples papeles que no tenían ningún uso o propósito, ahora son parte de una libreta, y en ese lugar serán usados de forma especial ya que pienso preparar agendas para la vida cristiana. Mientras cantaba esta mañana junto al coro en el devocional en la iglesia, sentí cómo Dios ministraba a mi vida comparándola a esos papeles. Somos creación suya, a su imagen y semejanza, y formados por sus manos. Es asombroso como el mismo Dios todopoderoso que creó un mar que puede ser tan quieto como un cristal y tan imponente como un león furioso, nos creó con personalidades tan diferentes y con propósitos únicos. Siendo creación somos como los papeles guardados en el armario. Cuando entendemos a través de su Espíritu Santo que somos pecadores y merecemos la condenación eterna, pero Él en su amor envió a su Hijo a morir por nosotros para salvarnos, entonces somos sacados del armario y nos posamos en su mesa de trabajo. Dios va a ir transformando nuestras vidas para su gloria. Va a darnos forma como el alfarero al barro. Nos salvó y nos dio un propósito. Ahora somos parte de algo más grande. Somos parte de la iglesia, con el propósito de compartir el evangelio, glorificarle y con unas obras que preparó de antemano para que andemos en ellas. De la misma forma que cortamos, doblamos, y cosimos el papel, Dios nos va a ir removiendo lo que nos estorba, lo que hemos adquirido en el mundo y nos va ir formando para que cada día nos parezcamos más a Cristo. Dios transforma nuestras vidas en obras de arte maravillosas que tienen el distintivo de sus manos. Tengo un propósito y mi vida se está construyendo en el taller del Maestro. Ora conmigo: Señor amado, venimos ante ti en oración dando gracias por que nos formaste, nos pensaste, y cada día nos transformas para tu gloria. Ayúdanos a entender que no hay mejor que lugar que estar en el taller del Maestro donde tú formas en amor nuestras vidas y nos guías a nuestro propósito. Amén.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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