Doy gracias a Dios por pertenecer al ministerio del coro de nuestra iglesia. Ésto es algo que me encanta y de igual manera me ministra mucho. En estos momentos somos cincuenta voces quienes lo componemos, o sea que nuestra directora tiene mucho trabajo. Dios la ha bendecido con su talento en gran manera y cada día vamos aprendiendo nuevas técnicas vocales, así como lo que es la oración como grupo para cubrirnos y apoyarnos. Este domingo nos hablaba de la importancia de la "mezcla" en el coro. Nos explicaba que este término se refiere a que aunque somos muchas voces debemos escucharnos como una sola. Para lograr ese fin y la excelencia en la pieza interpretada, debemos cada uno de nosotros escuchar los que cantan alrededor nuestro. Al escucharnos debemos arreglar nuestra afinación y nuestro volumen y color de la voz. En otras palabras, no debe escucharse voces mas altas que las otras, sino todas al mismo volumen. El coro no es un lugar para solistas, así que debemos trabajar unidos y a la par. Nuestra vida cristiana trabaja de la misma forma. Somos muchos los que formamos el cuerpo de Cristo, que es la iglesia. Todos somos diferentes y unos sonamos mas alto, y otros mas bajo. Tenemos cristianos con grandes autoestimas y egos, y otros con su autoestima en el suelo. Pero todos tenemos en común que llegamos a los pies de Cristo con miles de defectos, y cada día su Espíritu Santo va corrigiéndonos en amor. Así que debemos mezclar entre nosotros y no buscar nuestro propio beneficio, o querer sobresalir en algún ministerio o función, sino apoyar a los más débiles para que vayan creciendo a la par con nosotros. La meta es sonar como uno, ya que somos uno en Cristo y la gloria no es nuestra, sino toda de Él. Nuestro fin es exaltar a Dios en todo lo que hagamos, sin buscar cada cual lo suyo. No sólo debo buscar crecer cada día mas, sino que debo preguntarme si ayudo para que otros crezcan. Hay maneras tan simples de ayudar a otros, desde proveerle transportación a quien no la tiene, orar por un hermano, visitarlo cuando esté enfermo, ayudando a otros en tareas que nos parezcan simples, colaborar con otros ministerios, etc. Es importante no hablar cosas negativas de otras congregaciones. El mundo podrá escuchar la voz de la iglesia con excelencia cuando escuchen una sola voz. Oremos dando gracias a Dios porque aún siendo pecadores Cristo murió por nosotros. Que podamos vernos como iguales a nuestros hermanos en Cristo, con debilidades todos, pero lavados con Su sangre. Que pongamos nuestro granito de arena para que el mundo nos escuche como una sola voz que refleje a Cristo.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |