Todos amamos el tiempo de vacaciones. Y me imagino que no soy yo la única que el día en que nos toca regresar al trabajo, en mi caso el día de hoy, lo encontramos pesado y no estamos muy emocionados al respecto. Y no tiene nada que ver con que no nos guste trabajar o nuestra profesión. Puede gustarnos lo que hacemos y después de unas felices vacaciones nos da trabajo regresar. Uno hasta se va fantaseando, y piensa en que si fuera millonaria, no tendría que trabajar. ¿Y porqué experimentamos esa sensación? Y en gran medida, es mi opinión que nos gusta el tiempo de vacaciones porque no nos encontramos atados a un horario de trabajo o a estar presente ciertas horas en un lugar, y como consecuencia tenemos la libertad de escoger, sin ninguna presión a qué hora levantarnos, a dónde queremos ir, o si sólo queremos descansar. Nos sentimos que tenemos realmente el control sobre nuestras vidas. Y es que por naturaleza, esta raza humana corrompida por el pecado, nos cuesta siempre someternos y traemos la rebeldía como un hecho. Por eso el vivir conforme a lo que Dios quiere para nosotros no se nos hace una tarea sencilla. Nuestros deseos y anhelos, y nuestra voluntad buscan imponerse sobre todo lo demás. Y lo sorprendente de esto es que Dios nos conoce. Él lo sabe. Y aún así nos amó primero. Sabe que no está en nuestra carne el obedecerle y por eso no nos dejó desamparados. Dios nos dio su Espíritu Santo para ayudarnos en nuestras luchas. Dios está a una oración de distancia cuando necesitamos de Él. Aún cuando no estemos conscientes de su presencia, Él nos acompaña. Mientras más conscientes estemos de que está en nuestras vidas las veinticuatro horas, crecerá en nosotros el anhelo de agradarle. No necesitamos tener el control de nuestras vidas. Dios siempre lo tiene, y esas son las mejores manos. Cuando queremos controlarlo todo, lo que traemos es ansiedad a nuestras vidas, cuando Dios nos ofrece descanso. No es difícil, solo debemos rendirnos ante Él y Él hará el resto. Oremos al Señor entregando a sus pies nuestras ansiedades y preocupaciones reconociendo que Él tiene cuidado de nosotros y rindamos nuestra voluntad para poder vivir en obediencia a Él. Él se encargará de lo demás.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |