Ser fiel en las buenas es fácil. Ser fiel en las situaciones difíciles requiere mayor esfuerzo. Ser fiel en la abundancia es fácil. Ser fiel en la escasez, no es tan fácil. Ser fiel en la salud es fácil. Ser fiel en la enfermedad, es complicado. ¿Qué significa ser fiel? La definición según el diccionario es: “ que es firme y constante en sus afectos, ideas y obligaciones y cumple con sus compromisos hacia alguien o hacia algo.” Nosotros somos infieles por nuestra naturaleza de pecado. Sin embargo, Dios es fiel en su naturaleza, es uno de sus atributos. ¿Cuántas veces hemos entonado cánticos donde decimos al Señor que estamos dispuestos a dejarlo todo por Él, a perderlo todo por Él? ¿Cuántas veces hemos leído la Palabra y pensamos que pagaríamos el costo de seguir a Cristo, y haríamos lo posible por ponerlo en primer lugar? ¿Cuántas veces hemos leído que el gozo es parte del fruto del espíritu? Estamos muy convencidos de todo esto pero la verdadera convicción se muestra cuando perdemos el empleo, cuando nos dan la espalda, cuando estamos en escasez económica o cuando estamos en enfermedad. Es en esos momentos que el verdadero gozo debe mostrarse, que la verdadera adoración debe fluir, y que nuestras preocupaciones no ahoguen nuestras prioridades espirituales. En estos momentos difíciles es que podemos conocernos realmente, y ver cuán firme es nuestra fe. Los tiempos de angustia van a sacar quienes somos verdaderamente y en qué creemos. ¿Presento mis problemas al Señor cuando ya he agotado todos los recurso si o es mi primera opción? Por el contrario, ¿puedo en medio de los problemas enfocarme en adorar a Dios o las preocupaciones ocupan mi tiempo de calidad en oración y meditación de la Palabra? Es en medio de las pruebas, que mientras a nosotros se nos hace difícil confiar en Dios de que estamos en sus manos y tiene cuidado de nosotros, Él nos muestra su fidelidad. Somos agraciados en tener la fidelidad de Dios a diario, pero la damos por sentado en la rutina y en los tiempos buenos. Somos más que bendecidos en que sus bondades, sus misericordias y su fidelidad no cambian, ni están condicionadas a nuestro comportamiento. Que la prueba saque mi mejor alabanza y no mi peor queja. Oremos al Señor presentando nuestras cargas y preocupaciones para dejarlas allí, a sus pies, y podamos tomar las alabanzas y las palabras de adoración y exaltación como mis motivaciones diarias, aún en medio de las circunstancias que pueda estar viviendo. Que escuchen de mi una nueva canción y no las mismas quejas, para que su nombre sea glorificado.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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