Luego de mis cortas vacaciones de una semana regresé al trabajo. El ambiente no ha estado muy favorable para mis alergias ya que en la calle siguen reconstruyendo las aceras y hay mucho polvo de cemento. Añadimos a eso que dentro del laboratorio están remodelándo en las tardes faltando un rato para cerrar una de las áreas y se genera un polvo de cemento también. Como consecuencia he estado con congestión nasal desde que empezó la semana. Comencé a utilizar mi remedio infalible para estos propósitos, que son unos tés medicinales que deben tomarse más o menos cada cuatro horas. Me lo tomaba en las noches y en la mañana a las 6am antes de entrar al trabajo pero ya para eso de las dos a tres de la tarde, la congestión se agravaba y llegaba grave a casa. Así que hoy me llevé un sobre de té al trabajo para tomarlo en la tarde y no esperar a la noche. El resultado fue magnífico ya que llegué a casa sintiéndome mucho mejor. Podría percibirse como algo tan simple, pero en nuestra vida Cristiana podemos hacer lo mismo. Necesitamos un contínuo practicar de la presencia de Dios en nuestras vidas. Necesitamos orar constantemente y nutrirnos de su Palabra que nos hace madurar espiritualmente. Nuestra vida la llevábamos nosotros solos hasta que nos enfrentamos a la cruz de Cristo. ¡Nacimos a una vida nueva! Nuestro espíritu se contrista cuando no recibe ese alimento que nutre nuestra alma. Pero podemos en nuestras prisas, trabajos y afanes, descuidar esa área y darnos cuenta cuando ya estamos débiles en la fe o necesitamos fuerzas para enfrentar una situación difícil. Pero, ¿porqué vamos a padecer innecesariamente? ¡Vamos a llenarnos de Cristo en todo momento! En lo que hacemos, leemos o vemos, congregándonos, etc. Entonces seremos bienaventurados como dice su Palabra. Debemos vivir reforzando lo que ya Dios plantó en nosotros y separados de Él nada podemos hacer. Oremos al Señor agradecidos por sus bondades y su misericordia para nuestras vidas. Pidamos que nos ayude a nutrirnos espiritualmente de una manera constante y no solo cuando necesitemos ayuda. Que podamos amar su Palabra y seguirla.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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