Leía en Génesis como Agar tuvo problemas con Sara la esposa de Abraham a consecuencia de Sara no creer en la promesa que Dios le había hecho. Cuando no queremos esperar por el tiempo de Dios, o queremos nosotros tomar las cosas en nuestras manos, tendremos consecuencias. Sara tuvo problemas con Agar luego de ésta concebir de Abraham, como la misma Sara lo planeó, y dice que comenzó a afligir a Agar. Me imagino que Agar se sintió utilizada, ya que el mismo Abraham no quiso defenderla, sino que dijo a Sara que ella hiciera con Agar lo que quisiera. Agar entonces no pudo soportar más y se fue huyendo.
¿Cuántas veces nos hemos encontrado en situaciones donde nos hemos sentido utilizados, y desechados luego? Hemos vivido circunstancias donde todo a nuestro alrededor parece ir en contra nuestra y nadie nos defiende. Esperamos muchas veces que las personas estén agradecidas por nuestra fidelidad hacia ellas y nos correspondan cuando necesitamos un apoyo, pero rara vez ocurre. Quizás hemos llegado a pensar como Agar en que lo mejor es irnos de ese lugar donde no nos aprecian, huir lejos. Quizás nos hemos sentido así en nuestro propio hogar, en niestro trabajo, o en relaciones de amistad. Así que Agar se fue a huir y estaba en el desierto. En ese momento donde nos sentimos solos, sin opciones, sin saber que camino tomar, donde no vemos salida. Pero allí ocurrió algo hermoso. Agar fue alcanzada por Dios. En medio del desierto encontró una fuente de agua que renovaría sus fuerzas. Dios escuchó el clamor de Agar y le tenía una solución. Le pidió que volviera con su señora, y que fuera sumisa, pero con eso le dio una promesa para ella también. Muchas veces queremos que Dios cambie nuestras situaciones, las personas que nos rodean, porque vemos el mal que hay en ellos, pero Dios utiliza las circunstancias para ocuparse de nosotros y seguir moldeándonos a su imagen. Dios tiene el control de todas las cosas y no quiere decir que lo ha perdido si nuestras circunstancias no cambian. Agar no se percató que ella tuvo que ver en el conflicto que se encontraba porque comenzó a mirar mal a su señora. Dios se interesó en enseñar a Agar sobre su actitud. Las situación ya estaba ahí, pero la actitud de Agar ahora sería diferente. Dios nos ve. Él nos escucha. Conoce lo que estamos viviendo. Yo misma le he pedido que me mueva de la situación a la que no veo salida. Pero Él utiliza todo para ir moldeando mi carácter, para ir perfeccionándome, como lo prometió. Aún así, Él es mi fuente en el desierto. Oremos para presentar ante Dios la situación que estemos enfrentando que nos agobia, o a la cual no vemos solución, porque Él nos escucha. Pidamos que su paz nos refresque como la fuente en este proceso para glorificarle por lo que Él está haciendo con nosotros. Amén.
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Desde pequeña me gustaba mucho la música. Escuchaba de todo lo que mis primos mayores escucharan. Me sabía todas las canciones de la radio. Luego en mi adolescencia tuve mi encuentro con el Señor y comencé a escuchar la música cristiana a tiempo completo. Ya conocía muchos cantantes cristianos y canciones porque desde niña, mi prima Mili, que era cristiana siempre sembró en todos nosotros la semilla del evangelio. Lo que sucedió fue que en mis años universitarios me aparté de los caminos del Señor, y eso trajo como consecuencia que volviera a escuchar la música americana que estuviera de moda, por varios años. Nuevamente conocía todo lo que se escuchaba en la radio.
Pero gracias a la fidelidad de mi Dios, me trajo de vuelta a sus caminos, esta vez entendiendo mejor el compromiso de esta nueva vida con Él. Comencé a ir a la iglesia, pero seguía escuchando la radio regular. Poco a poco, el Espíritu Santo dentro de mí me hacía sentir incómoda con ciertas letras de la música que escuchaba y fuí eliminando algunas. Pensaba que si no tenían un mensaje contrario a la Palabra, no hacía diferencia escucharlas. Y quizás es cierto, pero... Comencé a escuchar música cristiana. Cuando tuve situaciones difíciles, y no encontraba las palabras para orar, entonaba alabanzas a mi Rey y una paz inundaba mi ser, y grandes cosas ocurrieron. En mi caso, pude ver que el oír durante el día música que adora y alaba a Dios, me lleva mas a meditar en Él, a darle gracias durante el día por todas sus misericordias. En momentos en que he sentido que ya no tengo fuerzas, o no veo salida a una situación, Él me ministra a través de una alabanza o un cántico o corito que llega a mi mente. Creo fielmente que Dios se mueve en la alabanza, porque lo he vivido. Todas mis barreras y excusas se caen ante Él cuando yo le alabo. Me hace reconocer su grandeza y Majestad, y mi condición ante Él, y que solo por Su Gracia puedo tener el privilegio como hija de Dios de adorarle. ¿Para qué perderme ésto tan maravilloso? No es la música que escuches, es el aprovechar cada momento que me acerque a Dios. Oremos para exaltar el nombre del Señor. Pidamos perdón por las veces en que nuestra relación con Él no ha sido nuestra prioridad y pidámosle que nos ayude a cultivar la práctica de Su Presencia en nuestra vida cotidiana. Que no perdamos de vista que podemos adorarle en todo lo que hacemos aún sin música. El mejor instrumento es el corazón. Mi nena (de 14 años ya), me pidió ayuda para estudiar para un examen que tiene mañana de los ríos de Puerto Rico. Tenía que memorizar al menos 33 de ellos y su localización en el mapa de la isla. Fue una tarea bastante árdua para una noche. Y recordaba mis años de estudios hasta completar la universidad y tantas cosas que uno tiene que memorizar para exámenes, que luego va a olvidar, y hay otras que son para usarlas toda la vida. Dios nos hizo una mente que tiene la capacidad de almacenar cosas que ni siquiera nosotros mismos sabemos que guardamos ahí.
Pero aún así tendemos a ser olvidadizos, y si son despistados como yo, ocurre con mayor frecuencia. Soy de las que recuerda cosas que estudio o leo, o escucho, pero se me olvida cosas que tengo pendientes por hacer, así que para el trabajo utilizo una agenda. Nosotros como cristianos estudiamos la Palabra de Dios. Nuestro Señor nos dejó sus mandatos, promesas y todo conocimiento sobre su deidad por escrito. Se nos hace mas fácil poder llevar su Palabra a otras personas, en otros idiomas y a otras generaciones. Pero necesitamos recordar también lo mas que podamos de ella. Porque es luz a nuestro camino y nos dirige a como obrar y como actuar. Dios conoce nuestras limitaciones y sabe que no todos podemos memorizar de la misma forma. Así que dice que ahora sus leyes están escritas en nuestro corazón y el Espíritu Santo nos recuerda sus palabras. Según mi hija me pidió ayuda para poder recordar el material del examen, Dios nos proveyó de un Ayudador que nos trae a memoria sus bondades, sus promesas, su plan de salvación y sus mandatos para que podamos enseñar a otros, vivir una vida agradable a Él, y podamos deleitarnos en la comunión con Él. Tenemos nuestro Ayudador. Oremos para dar gracias al Señor por cada detalle que tiene para nosotros. Es relajante saber que nos provee ayuda para recordar la Palabra de verdad que nos entregó. Damos gracias porque su Espíritu Santo nos redarguye, nos corrige y nos enseña. Amén. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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