El tema de conversación de moda es la busca virtual de los Pokémons. Este juego que fue promocionado para este verano trabaja con el internet y los mapas por satélite para ver donde se encuentran estas criaturas a tu alrededor y capturarlas en tu teléfono. Increíblemente tiene a muchos, en su mayoría adultos corriendo por las calles, sin ninguna precaución en muchos casos, en la cacería virtual. Y aunque muchos se asombran, no es la primera vez que corremos detrás de lo que está de moda o lo que los medios se comunicación nos ofrecen. ¿Cuántos de nosotros no hicimos largas filas en Navidad para comprar el juguete de moda para nuestros hijos? Y que me dicen de las ventas del viernes negro (black Friday, de las filas de dos y tres horas cada vez que abre un restaurante nuevo, las filas de horas cuando abrió un gimnasio, o la película mas esperada en el cine. Lo cierto es que muchos cristianos andan criticando el juego, pero todos hemos caído en la misma trampa alguna vez. Nos bombardean en los medios diciéndonos que debemos tener el último celular, la cartera de moda o el estilo moderno. Andamos buscando donde no vamos a hallar. Como seres humanos fuimos creados con el propósito de tener una relación perfecta con Dios. La llegada del pecado nos separó y vivimos con ese vacío. Buscamos nuestra aprobación, valor, amor y seguridad en lo que vemos alrededor pero solo Dios puede llenar ese espacio. Cuando Dios en su infinita misericordia nos rescata y restaura esa relación con nosotros todos esos vacíos comienzan a llenarse porque en Él lo tenemos todo. Pero tenemos la costumbre de seguir buscando para llenar nuestras necesidades con lo que vemos en nuestro entorno. Seguimos buscando cuando ya lo hemos encontrado todo. Nos pasamos buscando como los que siguen a los Pokémons. Aprendamos a usar nuestro tiempo para buscar en la Biblia, la oración y el servicio a otros para llevarlos a que encuentren lo que realmente va a llenar sus vidas. Oremos para que el Señor nos revele donde le estamos fallando en la mayordomía de nuestro tiempo. Que en todo lo que hagamos podamos glorificarle. Que nos ayude a recordar que nuestra prioridad es nuestra relación con Él.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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