¿Sabías que muchas veces pienso que no me conozco realmente? Es más fácil tratar de evaluar a otra persona y pensar que la conocemos bien que evaluarnos a nosotros mismos. A veces poder descifrar cómo nos sentimos no es tarea fácil. Podría ser sencillo cuando nos sentimos felices, pero comprender nuestras emociones y otros sentimientos es mas complicado, sobre todo si no nos enseñaron a entendernos. Si tenemos preocupaciones, tristezas, angustias o temores, muchas veces no queremos enfrentarlos o admitir que los estamos viviendo. Si algo nos han enseñado bien es a no mostrar debilidades, y se demanda de nosotros ser fuertes. Pero, ¿que es ser fuerte realmente? Somos seres humanos con un alma que tiene sentimientos y emociones. Dios nos creó así. Pero a mi me sucede que cuando no entiendo cómo me siento sobre algo, tiendo a bloquear mis emociones o tratar de obviarlas. Ésto llega al campo de la oración, cuando quiero ser completamente transparente con Dios, y presentarle mis situaciones y entregarle como me siento, muchas veces no se como expresarlo o no se que realmente quiero decirle, o que quisiera pedirle. Es ahí donde me regocijo en su Palabra porque Él ha hecho provisión para todo en mi vida, hasta de orar por mi a través de su Espíritu Santo cuando no se que decir. Puedo estar en su presencia y abrirle mi corazón sin decir nada y Él me conoce bien. Cuando no se lo que estoy sintiendo, Él sí lo conoce y sabe exactamente cual es mi necesidad aún antes de poder pedirle algo. Mi padre celestial sabe quien soy, con todas mis virtudes y con todos mis defectos, los que otros no ven, o los que yo misma no me doy cuenta que tengo. Pero en su plan de amor, ya Él sabe como ir perfeccionándome cada día. Él va a utilizar mis emociones para seguir atrayéndome a Él, aunque de momento yo no lo pueda entender. Sólo tengo que confiar en lo que dijo en su Palabra que a los que le aman todo obrará para bien. Este mundo nos trae muchas incertidumbres a nuestras vidas para confundirnos, y mantenernos entretenidos, con el fin de detenernos para que no andemos en las obras que ya Dios preparó de antemano para que andemos en ellas. No debo preocuparme por lo que esté viviendo, Dios lo conoce y aún cuando yo no lo entienda para presentárselo a Él, ya su Espíritu Santo está intercediendo por mí. Debo confiar en que todo obrará para bien. Oremos al Señor dando las gracias porque ya Él tiene cuidado de nosotros y conoce nuestro interior mejor que nosotros mismos. Gracias porque tú validas nuestras emociones y trabajas con ellas. Gracias porque me ayudas a conocerme cada día mas.
1 Comment
Lillian Blanco
7/11/2016 06:36:36 am
Gracias por tu reflexión!!!
Reply
Leave a Reply. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |