Me encontraba esta mañana dirigiéndome a casa de una pareja que son pacientes nuestros, pero ya no están en condiciones de visitar nuestras facilidades, así que solicitaron el servicio en el hogar. No era un lugar muy distante del laboratorio, pero si se ubicaba en un área que no había visitado antes. Llevaba en mente las direcciones que me había dado un familiar del paciente para no perderme. Todo iba bien hasta que llegué a una intersección donde había cuatro calles frente a mi para escoger. Esta parte del camino no me la habían explicado así. Me percaté que la de extrema derecha, la dirección del tránsito era igual a la mía, o sea, desembocaba allí y no podía ir en esa ruta. Eso me deja entonces tres calles a escoger. Tomé la más cercana, la segunda de derecha a izquierda, y por los números de las casas pude saber que no era la calle correcta. Regresé al punto de origen y encontré que la calle correcta era la de extrema izquierda. Lo curioso de todo esto es que al salir de allí me percaté que había bajado todo el volumen del radio del carro. ¿Te has dado cuenta de que cuando nos sentimos perdidos en la carretera tenemos la costumbre inconsciente de bajar el volumen del radio? Así debe ser en nuestra vida cristiana. A veces nos sentimos perdidos o que necesitamos la dirección de Dios para saber cuál será nuestro próximo paso, o cómo resolveremos un situación, o cuáles deben ser nuestras metas, y deberíamos hacer lo mismo. Muchas veces pensamos que Dios no nos habla y es que tenemos demasiado ruido a nuestro alrededor. Es bueno ir al Señor en oración a estar quietos y en silencio para poder escuchar su voz. A mí me gusta leer varios versos de la Palabra y orar y meditar en ella para ver a que se aplica a mi vida. Antes leía muchos capítulos, pero quedaban en mi intelecto como un libro de historia. La Palabra de Dios es viva y eficaz y nos ayuda a poder discernir si voluntad para nuestras vidas. Así que es tiempo de bajar el volumen. Oremos al Señor buscando deleitarnos en su presencia y meditar en su Palabra. Que en medio de la adoración podamos descansar nuestros planes, nuestras preocupaciones y nuestra dirección en sus manos.
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Carmen Annette
5/28/2017 11:27:49 am
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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