La navidad es un tiempo muy notable para todos, pero no todos lo celebran de la misma manera, incluso algunos no lo celebran. Es un tiempo de regocijo y algarabía, de fiestas y regalos, sobretodo cuando somos pequeños. A medida que vamos creciendo, pueden ir disminuyendo los regalos, y la familia que nos rodea. Los mayores van culminando su tiempo, y los jóvenes quizás buscan otro porvenir en tierras lejanas. Es un tiempo donde muchas personas viven el momento, mientras muchas otras sufren de depresión y ven como aumentada su soledad. En mi caso, extraño las fiestas familiares con mis padres, abuelos, tíos y todos los primos. Reíamos mucho, comíamos mucho al igual que cantábamos mucho. Son bonitos recuerdos que permanecen para siempre. Y aunque extraño esos tiempos, y hoy día mis circunstancias sean diferentes, hay algo que nunca ha cambiado ni cambiará. Puedo ver cómo Dios siempre ha estado ahí. Dios no cambia. Su amor no cambia. Su Palabra nunca cambia. Ese amor que dos mil años atrás envió a su Hijo a nacer en esta tierra y morir por mí, es el mismo amor que hoy día me sustenta en todo lo que necesito, ya sea físico, porque es mi suplidor; emocional porque es mi protector, y espiritual porque es mi Salvador y Señor. Hoy puedo ver como una bendición el tener un Dios que es fiel a pesar de mí. A pesar de mis debilidades e imperfecciones, Él siempre se glorifica en mi vida. Sé que cuento con Él. Sé que me escucha, y sé que puedo tocar en suelo firme porque es la Roca inconmovible. Todos mis recuerdos los veo como una gran bendición que forman parte de mi vida, formaron quién soy hoy día, y me llevan a querer llevar alegría a otros. Tuve la bendición de tener una familia reunida en fechas especiales cuando no ha sido así la vida de otros. Ahora es mi tiempo de dar. Ahora es mi tiempo de sembrar en otros, las bendiciones que por Su gracia he recibido. Cuando veas que tus tiempos han cambiado, recuerda que Dios siempre ha sido el mismo. Sé tú el agente de cambio para otros y lleva el mensaje de la verdadera Navidad. Regala vida, regala amor y regala compañía. Oremos a Dios dando gracias por su fidelidad y su paciencia para con nosotros, siervos infieles. Que podamos gozarnos en este tiempo en que el mundo celebra la Navidad y nos ayude a llevar a otros el mensaje que regala la verdadera paz, el mensaje de vida. Que podamos nosotros usar los recuerdos bonitos que tenemos para transformarlos en acciones de bondad hacia otros.
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11/15/2023 03:24:46 am
Buenos días señor / señora,
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11/15/2023 03:26:10 am
Buenos días señor / señora,
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11/15/2023 03:27:27 am
Buenos días señor / señora,
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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